
Por Tania Díaz Castro
El 4 de julio de 1996, el periódico Kwong Wah Po, del barrio chino de La Habana, publicó una crónica bajo mi autoría, titulada ¿Llegaron los chinos a América primero que Colón?, algo que por aquellos días, resultó la ¨comidilla¨ entre los pocos chinos que quedaban en Cuba, luego de la emigración que sufrió esa sociedad asiática al triunfo de la Revolución de 1959.
Días antes un amigo periodista mexicano me había mandado un periódico de su país con una información realmente sorprendente del historiador Gustavo Vargas Martínez, ¨Fusang: chinos en América antes de Colón -1934-2006, impreso por Editorial Trillas, de donde extraje mi crónica, donde este especialista en cartografía de la antigüedad demostraba que los chinos viajaban a América setenta años antes de Cristóbal Colón, un verdadero dolor de cabeza para el continente americano, que sostiene una tesis contraria aceptada durante siglos.
En la portada de su libro aparece un majestuoso barco de guerra de la dinastía china Sung de 1279, impulsado por grandes paletas, remos y velas, propio de una tecnología marítima de aquellos años, con una antigua brújula china de 2, 698 antes de nuestra era.
Vargas, uno de los sinólogos más importante del siglo XX, quien además fue investigador del colegio de Estudios Latinoamericanos de la Universidad Autónoma de México, trabajó durante diez años entre libros raros antiguos, con el propósito de ofrecer al mundo la verdad sobre América, como lo hicieron también los investigadores John Ruskamp, estadounidense, el marino británico Gavin Menzies, el argentino Enrique Dussel y muchos otros, quienes sostienen que China era una potencia marítima en el siglo XV, más avanzada tecnológicamente que Europa y más experiencia en la navegación que los europeos. Además, según algunos académicos, varias dinastías chinas estuvieron interesadas en la exploración del mundo con fines de comercio.
Según Vargas Martínez, testimonios de la antigüedad, Hui Sheng, un viajero chino del siglo VI de nuestra era, participó activamente de los intercambios comerciales entre las comunidades chinas y prehispánicas, algo que ya se conocía en Europa a inicios del siglo XVI..
Vargas prueba además que como la noticia no fue olvidada, un investigador de San Petersburgo, Nikita Riechurin -1777-1853, miembro de la Academia de Ciencias de Rusia, afirmó que el camino hacia el continente americano por el Atlántico era practicado por los comerciantes chinos mil años antes que los españoles pisaran sus costas.
Vargas Martínez aclara en su libro que usaban el apelativo Fu sang, para denominar a las tierras occidentales, como por ejemplo, a una isla situada en las costas del continente asiático.
Hace referencia además a excavaciones hechas en distintos lugares de América, donde se ven figuras de terracota y cerámica pertenecientes a épocas milenarias con rasgos oblicuos y una buena cantidad de objetos de porcelana que hoy se encuentran en las tiendas de antigüedades de Pekín.
Incluso llegó a pensar que fueron los chinos quienes confeccionaron los textos tibetanos de 1,500 años antes de nuestra era donde se puede encontrar noticias sobre América.
Santa Fe, marzo, 2022

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